lunes, 11 de mayo de 2015

¡Nos vamos de viaje!

Sí, da una pereza terrible nada más el hecho de pensar en la de cosas que hay que preparar ante un viaje con niños pequeños, tantas que hasta se quitan las ganas de ponerse en camino. Pero, ¡no agobiarse! Para eso está este blog, para ayudarte un poquito al menos a aclararte sobre qué cosas echar a la maleta y qué puede quedarse en casa. 

Claro que depende del tipo de viaje que vayas a hacer (si se trata de una escapada de fin de semana o de una estancia de más días), qué medio de transporte usarás (esto también influye) y a dónde viajes (no es lo mismo hospedarse en un hotel que en casa de tu madre o tu suegra, donde siempre existe ese "armario mágico" en el que hay sorprendentemente de todo lo que necesitas).

En cualquier caso, puede serte de utilidad reparar en lo siguiente:

  • Sillita ligera, pero con un mínimo de comodidad. Llevar la silla que normalmente usamos es un error, máxime cuando se viaja en avión, máxime en caso de carricoches caros. En las cargas y descargas de los aviones no suelen tener demasiada consideración con estas piezas, más delicadas que las maletas. Nosotros compramos una sillita mu apañá con respaldo reclinable, capota, bolsa inferior y más o menos fácil de guiar. Y, además, a un precio muy económico. En el mercado hay una amplia oferta. Siempre llevamos un candado como el de las bicis, por si en algún sitio hay que dejarla atada fuera. 
  • Plásticos para la lluvia y sombrilla.
  • Si viajamos en invierno, un saco que se adapte bien a la sillita.
  • Una mantita (ligera, para verano y los entretiempos; un poquito más gruesa para el invierno). Si viajas en avión, normalmente te dan una si la pides. Pero, vamos, que no huelga echarla en el equipaje de mano.
  • Según donde se vaya, es aconsejable llevar una red-mosquitera. Hay algunas que valen tanto para tapar la cunita como para el carricoche.
  • Cuna de viaje. Si se va a hotel, es importante asegurarse de antemano de que ponen cunita para el bebé o cama auxiliar para el niño. Si no, habrá que llevarse una cuna de viaje. En grandes almacenes hay a buenos precios.
  • Calienta-aguas. Nos servirá para calentar el agua del bibe o papillas, si bien también podremos usar el agua calentada en ese recipiente para meter en ella el tarro del potito y poder calentar la comida de manera indirecta.
  • Si al bebé ya no se le da pecho y precisa de comida adaptada (potitos, papillas, biberones), hay que llevar también esto en el equipaje. En función de a dónde viajes, puedes llevarte solamente cantidad como para un día y ya en destino compras lo que necesites.  
  • Termo para la comida del bebé. Llevar el puré calentito guardado en un termo te dará mucha más libertad de movimiento. Podrás alimentar al bebé dónde y cuándo quieras.
  • Documentación del bebé. ¡Importantísimo! El bebé tiene que ir identificado en todo momento, con su pasaporte o DNI y la cartilla médica, incluida la tarjeta de vacunación.
  • Pequeño botiquín: No puede faltar Paracetamol (en supositorios, para casos de fiebre; consulta la dosis con tu pediatra), sales (en caso de que le dé diarrea, para que no se deshidrate), jarabe para la tos, gotas para la nariz y termómetro digital. Cuando los niños tienen ya dientes, hay que añadir el cepillo de dientes y pasta adaptada para ellos.
  • La bolsa de paseo (con todas sus cosas).
  • Botecitos de aseo personal: gel, aceite, champú, crema de cara, crema para la irritación del culito. 
  • Pañales y toallitas húmedas.
  • Ropa y bodys
  • Una muda adicional a la de la bolsa de paseo, para llevar en el equipaje de mano.
  • Tener a mano una bolsa, por si el bebé vomita durante el viaje.
  • En viajes de avión, y siguiendo el consejo de la pediatra, tanto para el despegue como para el aterrizaje es recomendable que el bebé vaya mamando o, si es ya mayorcito, tragando o chupando algo -algún zumito, un puré de frutas para beber...-, para que no se le taponen los oídos.


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