martes, 23 de junio de 2015

31 (reflexión sobre la violencia de género en la adolescencia)

Hace unos días leí en la prensa de mi provincia de origen, Granada, que el Instituto Andaluz de la Mujer había atendido a una treintena de adolescentes que habían sido víctimas de violencia de género. Tan tremenda realidad me llevó a poner por escrito mis reflexiones, que ahora aquí comparto.


31


No puedo entender que hoy día, con la de información que circula por todos lados, con las facilidades existentes para acceder a ella, con lo que se ha avanzado en materia de derechos y libertades individuales en sociedades como la nuestra, con recursos públicos tan al alcance, haya adolescentes víctimas de violencia machista. 

Según leo, el Instituto Andaluz de la Mujer ha atendido desde finales de 2012 en Granada a 31 chiquillas por esta razón. Algo estaremos haciendo mal cuando están presentes a tan corta edad los patrones de desigualdad en los que arraigan conductas de abusos y malos tratos. Evidentemente existe un problema no resuelto cuando hay menores que recurren a la violencia, la humillación y el control en sus relaciones sociales más íntimas y cercanas (seguir leyendo).




lunes, 22 de junio de 2015

Cuando la toma molesta

A veces pasa que, sin darnos cuenta de cómo ha ocurrido, pero las tomas empiezan a molestar. ¿Nos habrá dañado el bebé el pezón durante la succión? ¿Habremos contraído alguna infección? 

Lo primero que hay que hacer es extremar el cuidado del pezón. La matrona me insistía mucho en que nunca se nos puede olvidar tener delicadeza máxima para retirar con suavidad el pezón de la boquita del bebé. Para ello, meteremos un dedo en su boca y así se desenganchará con mayor facilidad. Una vez fuera, analizaremos el pezón, intentando ver dónde está el problema. Si comprobamos que es algo leve, es decir, que no hay heriditas visibles ni bultitos en torno al pezón –indicio de obstrucciones-, la ginecóloga por su parte me recomendó, antes de la toma, poner paños calientes sobre el pecho afectado y dar un masaje suave, siempre en dirección de arriba a abajo. Y, después de la toma, ponerse paños fríos. Esta alternancia, me explicó, puede ayudar a abrir los posibles conductos atascados en la glándula mamaria.

Para hidratar el pezón viene muy bien ponerse un poquito de pomada de lanolina.

En caso de que la molestia se convierta en dolor y que veáis que el pecho no tiene buen aspecto, no dudéis en acudir inmediatamente a vuestro médico de referencia. Puede ser síntoma de una mastitis o de otros problemas de consideración.



martes, 16 de junio de 2015

Mayoría silenciosa (reflexión sobre el acoso escolar)

A partir del caso de la última víctima que se ha cobrado el acoso escolar en España, suceso de hace unas semanas, puse por escrito unas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros. Las recojo bajo el título de "Mayoría silenciosa". Os invito a leer el artículo.



MAYORÍA SILENCIOSA


Entre las noticias sensacionalistas, morbosas, llamativas, escandalosas, encuentran hueco aquellas que en verdad tratan temas importantes, como es este del acoso escolar. Cómo prevenirlo y abordarlo vuelve a estar sobre la mesa de debate a raíz de la última víctima mortal que se ha cobrado el “bullying” en nuestro país. Y, como por desgracia suele pasar, después de mucho bla-bla-bla de expertos de turné de plató en plató, de mucha cámara y mucha alcachofa ávidas de testimonios a pie de colegio, de comentarios fuera de lugar en las redes sociales, podemos sacar poco en claro de qué hacer si nuestro hijo se ve en una situación de este tipo (seguir leyendo)



jueves, 11 de junio de 2015

As en la manga

Funciona. Cuando prevés que tu hijo/a va a estallar en llanto y gritos -el motivo no viene al caso-, es el momento de sacar ese as que guardas celosamente en la manga para afrontar situaciones de emergencia como esta en la que no se calman por mucho que los mezas en brazos, les abraces o trates de razonar con ellos, en el caso de los más grandecitos.

Posibles ases en la manga:

  • Ponte a cantar la canción que le sueles cantar cuando está tranquilo y que le gusta y le hace reír.
  • Háblale de ese juguete favorito, del familiar con el que tiene un vínculo especial, de las mascotas y los amigos con los que suele jugar.
  • Refiérete a lo que visteis o hicísteis en vuestra última excursión que tanto le gustó.
  • Cuéntale parte de su historia favorita para ir a dormir.
  • Lleva siempre contigo -en el bolso, en la mochila, en la guantera del coche...- algún librito que le guste en especial y sácalo como sorpresa cuando veas que no hay nada que pueda calmar la llorera.


Al fin y al cabo, se trata de conectar con todo eso que le gusta y con lo que se lo pasa bien y de intentar neutralizar con ello ese arrebato de enfado que le acaba de dar. Estas son algunas ideas, pero en verdad nadie mejor que tú sabrá qué carta jugar en según qué momento de la partida.



martes, 9 de junio de 2015

Barreras

Mamás y papás. Comparto a continuación un artículo que he escrito recientemente sobre las barreras arquitectónicas en la ciudad, que se convierten en un auténtico obstáculo para personas con movilidad reducida y para quienes, como muchos de nosotros, vamos con carrito de bebé. Las ciudades deben adaptarse a las personas y no las personas quienes veamos condicionado ni limitado el desarrollo de nuestra rutina por la presencia de estas barreras.



BARRERAS



Calcadita a la cara que puse el otro día cuando, con el carricoche cargado después de una compra generosa, me disponía a coger el ascensor hasta el andén del tren que me llevaría a casa y, ¡sorpresa!, estaba fuera de servicio por avería –y lo estaría durante todo el mes siguiente-, ha sido la de un chico que, en silla de ruedas, ha querido acceder a la sucursal de su banco y no ha podido por serle imposible salvar el escalón de la puerta de entrada. Llámenlo rabia, indignación, impotencia, que, al final, la mueca que queda impresa en el rostro viene a ser la misma cuando uno ve interrumpida su rutina y, lo que es peor, se siente en desventaja respecto a los demás: el entorno se transforma de repente en territorio hostil para personas con movilidad reducida. Y entre los afectados por los obstáculos que le dificultan o le impiden a uno desenvolverse con naturalidad no están solo quienes van en silla de ruedas o con cochecitos de bebé, sino también mayores con bastón o andador, aquellos que necesiten muletas, quienes lleven maletas o un simple carrito de la compra (seguir leyendo)



martes, 2 de junio de 2015

Las primeras cucharadas

Recuerdo que el asunto este de empezar con la comida me generó cierto estrés en su momento. Hay demasiada información en Internet, en muchas ocasiones contradictoria entre sí. No hay ciencia cierta al respecto. Cada cual hace de su capa un sayo. Guíate por el sentido común, por tu intuición y por las recomendaciones que te haga el pediatra y tu matrona y entonces podrás crearte tu planning propio de introducción paulatina a la alimentación normalizada para tu bebé. Ahí queda mi primer consejo. 

El segundo, que tienes que armarte de paciencia y entender que es un proceso gradual. Hay que ir poco a poco. El bebé tiene que adaptarse a nuevos sabores, distintas texturas y una nueva manera de ingerir alimento. Es un cambio muy brusco. Así que tranquila, tranquilo. Es cuestión de tiempo. Todo llega. 

Dicho esto, comparto a continuación lo que yo he hecho con mis hijos, por si te sirve de orientación. Yo empecé con las primeras cucharadillas de potito de verdura de un solo tipo a partir del quinto mes. Se las daba siempre a mediodía. Aquí en Alemania recomiendan comenzar con verduras, porque la teoría que sostienen los pediatras de aquí es que, si se empieza por las frutas, como son dulcecillas, el bebé "se engalocha" y luego las verduras le parecen sosas y amargas y no las quiere comer. 

Yo empecé con la zanahoria. Luego seguí con unas raíces que se llaman "Pastinake" ("chirivías", en español) y con calabaza. Compraba potitos pequeños que contienen solo una verdura y calentaba unas pocas cucharaditas (lo equivalente a seis cucharaditas, más o menos). Cuando veía que el bebé se las empezaba a comer con gusto, iba aumentando la cantidad, hasta darle el tarrito entero. Al principio, le daba el puré días sueltos, hasta ir generando poco a poco el hábito diario. 

Luego fui combinando las verduras con patata: zanahoria y patata, Pastinake y patata, calabaza y patata. De esa manera, podemos detectar posibles alergias e intolerancias o simplemente saber los gustos y preferencias de nuestro peque. Al de zanahoria y patata le añadía unas gotitas de aceite de oliva: según mi matrona, el aceite ayuda a que las propiedades de la zanahoria se fijen más. 

Cuando el bebé se toma los potitos de varias verduras enteros, entonces ya es hora de ir dándole los de verduras y carne.