lunes, 4 de enero de 2016

Echar una mano

Una buena manera de que cuando los críos sean ya jóvenes participen en la realización de tareas domésticas con total naturalidad es ir inculcando ese espíritu colaborativo desde que son peques. La clave está en dejarles que ayuden, al principio, a su ritmo y a su manera de tal forma que echar una mano lo vean como algo normal que forma parte de la rutina misma.

Así, se les puede ir haciendo participar en tareas como ayudar a sacar la ropa de la lavadora al cesto para luego colgarla o a poner y quitar la mesa, colgar el abrigo en el perchero y dejar los zapatos en el zapatero cuando se regresa de la calle u ordenar su dormitorio antes de irse a dormir. Es un buen empiece para que, cuando sean grandes, tengan asumidas ciertas pautas de orden que de no seguirse en los primeros años son complicadas de implementar más adelante.




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