jueves, 14 de abril de 2016

Lavarse las manos, básico para prevenir enfermedades

El dicho de "más vale prevenir que curar" tendría que cambiarse por "más vale lavarse las manos con frecuencia que curar", porque raro es el día en el que no sale un nuevo estudio científico que respalde la importancia de mantener aseadas las manos, en particular las de los más peques, pues con este sencillo hábito se puede evitar contraer enfermedades diarreicas, respiratorias, pillar parásitos intestinales o afecciones en los ojos, entre otras dolencias.

Con mis hijos tengo establecidas una serie de circunstancias en las que es imprescindible lavarse con agua y jabón y secarse a posteriori bien las manos con la toalla, y son:

  • Cuando se llega a casa, pues en la calle, en los transportes públicos, en la guarde, en el parque... uno toca y coge muchos objetos y se relaciona con muchas personas.
  • Antes de comer -y a menudo también después-.
  • Después de jugar con los perros.
  • Después de coger herramientas y útiles que se emplean para los cuidados de las plantas del balcón.
  • Después de pintar con los colores o hacer cualquier tipo de manualidades.  
  • Antes de poner la mesa o manipular alimentos. 
Además, lo bueno que desde pequeñitos incorporen esta costumbre a su rutina es que lo harán sin más cuando sean más mayores.

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