viernes, 4 de septiembre de 2015

Visitando una granja-escuela

Aunque a esto se le podrá ir sacando jugo a medida que tengan más edad, cuando los niños empiezan a asociar sonidos a animales y comprueban in situ qué hace el pavo, el pollito, el gallo, la vaca, etc., lo flipan. Visitar una granja-escuela es una actividad totalmente recomendable desde que el niño tiene año y medio/ dos años. 

En algunos recintos existe la posibilidad de dar de comer a los animales. Eso le encanta especialmente a los más peques. Por ellos estarían dando grano sin fin. 

Probad la experiencia. Con mi hija mayor funcionó y ¡de qué manera! ¡Cualquiera se la llevaba después!




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